No nos hemos olvidado de ustedes. Todo lo contrario. Es sólo que nos gusta escribir con tiempo, y en los últimos 50 días este recurso ha estado bastante escaso. Pero ahora estamos de vacaciones, así que prepárese que este relato se viene largo. Igual, si no le interesa leer todo, puede guiarse por los subtítulos y revisar lo que le tinque no más.
Vacaciones en Seúl
Después de un par de semanas de locura, el 17 de diciembre terminamos nuestro segundo módulo. Y si lo primeros 5 ramos en 2 meses fueron intensos, el segundo módulo estuvo del terror. Pero aprendimos harto. Y al fin tuvimos vacaciones.
Después vino navidad. El panorama era juntarnos a cenar en nuestro departamento (que obviamente está convertido en la base central) y jugar amigo secreto. Según yo, les había explicado súper bien las instrucciones del juego al grupo de invitados (indonésico, uzbeco, alemanes, coreanos y mexicana), pero claramente ganó la improbabilidad de la comunicación, y cada uno llegó con el regalo que quiso para el amigo que quiso. Igual logramos salvar la situación, aunque a mí me tocó una linda bufanda de hombre.
Tokyo
El 25 de diciembre volamos a Japón y el Iwa con su esposa Miyako nos fueron a buscar al aeropuerto. Tokyo nos encantó. Nuestro hostal estaba en Asakuza que es el barrio antiguo de la ciudad. A diferencia de Seúl, en Tokyo todas las casas/edificios son diferentes, aunque coinciden en ser todas angostas. Como puras casas del Angelo (para los que lo conocen) en diferentes colores y de distintas alturas. Pero vamos con la bitácora de viaje.
Día 3: ¡Al fin fui a Disney!, ¡y me saqué una foto con Goofy! Ir a Disney en Tokyo igual es freak. Partiendo porque todas las narraciones de los juegos están en japonés así que no entendimos nada (a excepción de “arigato gosaima”, “konichiwa” y “sayonara”). Pero igual eso lo hizo más divertido. De todos los juegos a los que nos subimos y lo mil que caminamos, para mí lo mejor fueron los desfiles (a las 15:00 con trajes fluorescentes y a las 20:00 con trajes de luces). TAN bonitos. Al Daniel le gustaron las montañas rusas.
Día 5: Templos y downtown. Tokyo está lleno de templos budistas en todos sus tamaños. Durante la semana que estuvimos fuimos a varios, pero el que más me gustó es el que está downtown (el centro antiguo de Tokyo) que es un barrio tipo la subida aguas claras de Viña. De ahí fuimos de shopping porque se nos sumó Taewon al viaje quien, además de ser un pésimo chofer, es un comprador compulsivo que recién se puso a pololear y nos hizo ir a la tienda de Hello Kitty a comprarle cosas a la novia. Obviamente nosotros no compramos nada, aunque vimos un peluche de Ponyo bacán.
Día 4: Shibuya. Se supone que en Shibuya está la esquina más concurrida del mundo (creo que es la de la escena de Scarlett con paraguas en Lost in Translation). Fuimos solos con el Dani, nos metimos a caminar por unas calles chicas y nos perdimos. Y de repente aparecimos en una especie de barrio rojo lleno de moteles con publicidades muy “diferentes”, promocionando la inclusión de wii en las piezas y los disfraces de sailor moon, entre varias otras cosas. En la noche, comida donde los Iwadate again. Tan bacanes nuestros amigos. Hay que recordar que los asiáticos NO se invitan a las casas, así que doble mérito para ellos. Repito: BACANES.
Día 6: Almuerzo donde el Iwa y después de vuelta al hostal a dormir siesta. La vida de turista es dura y como 1ro de enero está todo cerrado aprovechamos para descansar. Además que en dos días nos tocaba entrar a clases de nuevo…
Día 7: Back to Seoul. Pero antes aprovechamos la mañana y fuimos al zoológico. Vimos un cóndor y una llama. Además de una okapi y unos animales muy raros que no tenía idea que existían. Está mucho mejor el zoológico de Tokyo que el metropolitano.
Por la cresta que hace frío en Seúl
Nos demoramos caleta en volver a Seúl. Una hora en metro al aeropuerto, de ahí esperar como 2 horas más, dos horas de vuelo (con el peor sándwich de avión de la vida), y como una hora y media del aeropuerto de Seúl a nuestro departamento. Al final llegamos como a las 00:00 y al día siguiente a clases.
Seúl está congelado. Desde navidad que la temperatura no llega a los 0 grados. De hecho los últimos 14 días el promedio ha sido -15 (con mínimas de -20 y máximas de -8). Lo bueno es que ni hemos tenido tiempo para estar afuera, sólo tiempo para estudiar.
Las pasadas tres semanas fueron una locura. La mitad de nuestros compañeros se fueron a Boston (y ahora a Singapur), y de premio de consuelo para los pocos que no fuimos a ninguno de los dos países, nos dieron dos semanas de vacaciones (en las que estamos ahora), a cambio de tener tres ramos en tres semanas, o sea, clases de 9:00 a 21:00 non stop. En un momento pensé que no lo íbamos a lograr, pero aquí estamos. Sobrevivimos y por fin tuve tiempo para escribir este post.